Eusebio Manguera, dueño del canal, les exige a todos sus empleados que se pongan las pilas y salgan a la calle a hacer noticias impactantes e interesantes, ya que la noticia más reciente se trata de que Mario Hugo entrevista al ventilador Juanito, que ni siquiera habla y solo tiene unos ojos dibujados. Luego Mario Hugo es amordazado 'supuestamente' por un ladrón que se lleva al ventilador Juanito cuando, por azares del destino, descubre que quien lo 'rapta' es el dueño del canal: Eusebio Manguera, que no le quedó otra al ver que la nota de Mario Hugo es tremendamente aburrida y fome. Al sentirse descubierto, éste le pide ayuda a Juan Pablo Sopa, personaje al que Tulio Triviño no le tiene confianza porque "habla como idiota". A pesar de eso, el Sr. Manguera acepta ser defendido por Sopa logrando salir inocente del caso, aunque para eso tuvo que darle toda su fortuna al abogado de mala nota. Así, Eusebio se ve obligado a cerrar el canal y a concluir el programa.
Un año después, cuando Tulio se encuentra nuevamente con Juanín (quien se había convertido en vendedor de productos domésticos), este último le dice al primero que le hable a todos los ex-trabajadores del canal para que, entre todos, traten de convercer al Sr. Manguera de que les regrese sus trabajos. Sin embargo, cuando van a verlo, lo encuentran en un basurero, demente y diciendo tonterías, por lo que Bodoque (que también estaba en el mismo lugar, tras quedarse en la calle) les plantea a Tulio y sus amigos la idea de hacer que su jefe recobre todo su dinero, organizando un maratón televisivo conocido como La Mangueratón, dedicándole miles de horas de amor al señor Manguera para que la gente haga aportes en su cuenta: 4.444.444-CUÁ.
Sin embargo con lo que no contaban Tulio y sus amigos era que nadie en Titirilquén quiere al Sr. Manguera (que estaba construyendo una piscina para los niños pobres), sin embargo, Tulio asegura que él es una buena persona y que hacerlo millonario era algo producente; pero es al final cuando, gracias a Guaripolo todo les sale mal y fracasan en su intento de re-enriquecer al Sr. Manguera. A pesar de eso, no contaban con que el ex-dueño, al cavar una fosa, encuentra petróleo y vuelve a enriquecerse; después vuelve a contratar a sus ex-empleados, pero ahora para atender una gasolinera.
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